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Recordando momentos...

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Man84
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se unió: 29/9/2019
Recordando momentos...

Hola! 

Voy por divernis muy esporádicamente, cuando coincide algún viaje se trabajo que hago noche por Madrid, lo que viene siendo cada 2-3 meses más o menos y bueno, este jueves toca jeje así que estoy deseando. 

La otra noche estaba pensando en ello y recordé una de las tardes más especiales que he vivido alli, y me puse tan caliente recordando que dije venga voy a contar la experiencia en el foro. Así que nada, aquí va una de mis experiencias vividas. Quizá me anime a contar alguna más en otro momento.

Era un viernes cualquiera, en sesión de especial de las 20:00. Llegué como suelo hacerlo, prácticamente a la hora en punto saludando a la chica maravillosa de la puerta que siempre te recibe con una sonrisa. Bajé al vestuario, me desnudé, tome la ducha previa de rigor y me fui para el jacuzzi. Siempre me gusta ir directamente al jacuzzi a relajarme un rato, estar tranquilo y observar un poco el ambiente. Parecía que iba a ser una tarde tranquila... Al momento entró una pareja madura, rondando los 50 y pocos, muy simpáticos. Ella rubia, muy atractiva, el moreno y algo más callado. Charlamos un rato, yo estaba justo en el centro, el a mi izquierda, donde el botón de activación del jacuzzi y ella a su lado, sentada en la zona lateral. Tras un rato de charla en la que entraba y salía gente del jacuzzi nos quedamos los tres solos. Ella se acercó a su chico y se sentó encima. Empezó a besarle y poco a poco se fueron calentando más y más. Se acoplaron durante unos minutos, en ocasiones ella me miraba durante unos segundos y volvía a lo suyo, y tras unos minutos despidieron educadamente y con una sonrisa se fueron al galeón a continuar en privado.

Me quedé un rato más en el jacuzzi, luego me cambié a la piscina y para terminar me fui otro rato al baño turco. Paso un rato y me fui a dar un paseo por el local. Ya había visto un par de parejas más y algún chico por ahí. Curiosamente esa tarde no había mucha desproporción de chicos y tampoco se veía mucho movimiento. Hasta que pasé por los reservados junto a la sala de masajes. La sala del fondo estaba cerrada, y la de fuera tenía la puerta entre abierta. La abrí y alli me encontré a un chico muy alto, cuidado y guapo, tumbado desnudo en el fondo de la habitación, mirando por la ventana indiscreta lo bien que lo pasaba la pareja de la habitación de al lado. Justo delante de él estaban tumbados la pareja del jacuzzi ella masturbando al chico, muy suave y sensualmente, y el observándolos atentamente. Me quedé mirándolos desde los pies de la cama, y al poco empecé a acariciar suavemente las piernas de ella. Su pareja le retiró la toalla dejando ver sus grandes pechos, maravillosos, y ella me dijo que si quería pasar a ver el espectáculo más de cerca. Realmente no había espacio para todos así que le di las gracias y le dije que si quería la seguria acariciando desde ahí. Me sonrió y continuó jugando con el otro chico.

Al poco tiempo este chico le susurró algo al oído, se levantaron y se retiraron. Ya no los volví a ver más. Yo me quedé en la sala pensando que quedaba poco para acabar la noche y volver al hotel, nada más lejos de la realidad.

La noche solo estaba a punto de empezar. 

Entré en la cama y fui a la zona de la ventana, me recosté y empecé a mirar que había al otro lado. Una pareja, jóvenes, rondarían los 30. Ella estaba tumbada boca arriba mientras su chico le penetraba, despacio pero enérgico. Ella suspiraba y gemia suavemente. Metí la mano y empecé a acariciar muy poco a poco su brazo, pidiendo permiso para continuar. Ella consintió con una mirada cómplice. Continue acariciando, su hombro, su brazo, antebrazo, su mano. De vez en cuando me cogía la mano y me apretaba, luego me soltaba. Se movió, acercándose hacia la ventana para que tuviese mayor facilidad de llegar a ella. Le acaricié los pechos, la cara, todo su cuerpo durante unos minutos hasta que ella se levantó y se sentó ofreciéndome acariciar sus piernas al tiempo que le hacía una mamada a su chico. Unos pocos segundos después se dio la vuelta y se puso a cuatro patas, volviendose a acercar para hacerme llegar a su culo. Primero la acaricié y la masturbé, luego le hice un gesto de meter la cabeza, ella asintió así que me lancé, meti la cabeza por la ventana y empecé a comerle el coño y el culo. Noté como se mojaba una barbaridad. No veía que hacía ella en ese momento pero entiendo que estaba muy animada puesto que escuché a su chico decirle "te está gustando como te lo comen eh?" asi que seguramente ambos estaban disfrutando de la situación. Yo también. Estaba que iba a explotar. Unos minutos después el se corrió, paramos y empezaron a recoger sus cosas. Yo hice lo mismo, me puse mi toalla y salimos. Coincidimos en el pasillo en el que el chico se acercó a mi me dio la mano y me dio las gracias, yo hice lo mismo, ella sonrió y nos fuimos cada uno por nuestro lado.

Aquí no había acabado la noche, pero yo no lo sabia.

Me fui a darme una ducha a la cabina que hay justo a la entrada de la sala árabe. La necesitaba para bajar un poco todo lo que había subido minutos antes. Al salir escuche movimiento dentro de la sala y me acerqué. Había una chica sentada sobre su chico, cabalgando en la cama. Junto a ellos otro chico a su lado, con el que la chica alternaba entre juegos de manos y juegos orales. Sin pensarlo y con el calentón que llevaba encima de la experiencia anterior entre y me puse de rodillas a su otro lado. Al momento ella retiró mi toalla empezó a jugar conmigo también. Al poco cambiaron de posición, ella se puso de rodillas y el chico empezó a metérsela por detrás, hasta que acabó. En ese momento ella nos dijo que si teníamos condón, que quería jugar con nosotros también. Por suerte ambos teníamos. Ella mandaba en todo momento. Nos lo puso ella, a mí me pidió que me tumbara, así hice. Se subió encima mía y se acopló. Me dijo que no me moviese, que lo haría todo ella, yo asentí. Entoces le pidió al otro chico que se pusiera por detrás y se la colocó por ahí. No daba crédito, no sabía cómo pero estaba viviendo una DP. Mi primera DP. Fue brutal, desde luego que ella estaba acostumbrada a eso y sabía muy bien como manejar la situación. Acabe totalmente exprimido, poco después acabo el otro chico. Nos acariciamos un poco, cogimos algo de aire, nos reímos y nos despedimos. Me fui al vestuario pensando que había vivido una de las mejores noches que podría vivir en Divernis, me duché y me fui para mi hotel. Una noche que nunca olvidaré. 

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cajon
Desconectado/a
se unió: 5/8/2015
Bien narrado

Me ha gustado leerte    

Que sigas disfrutando