Aprovecho el espacio que me brinda éste lugar para exponer unas de las fantasías no cumplidas que rondan mi cabeza desde hace bastante tiempo.

La atmósfera es seductora, un salón de una casa cualquiera, en un barrio cualquiera de Madrid, una mujer elegantemente vestida, dejando entrever su exquisita lencería, medias, tacones, labios pintados en rojo y escote. Yo mismo enfrente, elegante, vaqueros, camisa, botas, reloj a juego y mi perfume favorito, Dior Homme. Un sofá de cuero. Una botella de vino y dos copas es lo que nos separa.

La conversación fluye y la botella baja a buen ritmo. Hay risas y complicidad. Acarició sus medias y nos vamos acercando, noto chispas.

En un momento de la conversación comentamos diversas fantasías pendientes de cumplir por ambos y en mi turno le comento mi deseo de mamar de los pechos de una mujer. Me da algo de vergüenza decirlo, pero ella se lo toma tan natural que rápidamente me tranquilizo. Hay confianza. Le explicó los detalles, cómo que desearía acurrucarme en su regazo cómo un niño pequeño mientras me ofrece sus pechos y con una mano me masturba suavemente, con delicadeza. Le comento que no necesariamente tendría que haber leche, si no simplemente el hecho de mamar de sus pechos, sin más.

Voy notando cómo ella se va excitando a medida que le voy contando mi deseo y al final del mismo, pronuncia las palabras mágicas: "¿Quieres hacerlo?".

Y allí me encuentro, en el regazo de una mujer preciosa, en la tranquilidad de un salón y con la paz de un niño, cumpliendo una fantasía exquisita.

Espero que les guste.

Saludos